La mayoría de las instituciones educativas, desde el nivel básico hasta el universitario, incorporan la práctica de deportes dentro de las asignaturas del plan de estudios. Aunque no se trata de un concepto nuevo, dada su importancia para la salud física y mental de los participantes, nunca está de más insistir en el tema. Y desde el punto de vista psicológico, la entrega de trofeos económicos a los campeones representa, indiscutiblemente, un gran beneficio.
Quizás usted, como director de la institución, se pregunte si vale la pena el tiempo y dinero que su personal empleará para organizar el evento y comprar los uniformes, equipos, medallas y copas que se darán en la ceremonia de premiación. La respuesta es, definitivamente, que sí, ya que los beneficios serán no solo para el colegio o universidad y los estudiantes, sino que llegará incluso hasta la sociedad.
La práctica rutinaria y formal de cualquier deporte, como el baloncesto, ayuda a los jugadores a reforzar su autoestima, el deseo de aplicarse más para alcanzar sus metas, la sana competitividad con sus compañeros, etc. Además, desde el punto de vista económico es conveniente para los negocios, porque una institución educativa que destaque por sus logros deportivos atraerá la atención positiva del público y, por ende, tenderá a incrementar la matricula.
¿Sabía usted que, siendo esta una de las actividades que exige los mayores despliegues de destreza con el balón y de velocidad al correr, driblar, saltar y lanzar, se la conoce también como deporte ráfaga? Se ha demostrado que si se juega con regularidad durante la infancia permite que los niños crezcan hasta alcanzar una estatura máxima. Así mismo, obtienen una gran masa muscular unida a una sorprendente agilidad y buenos reflejos.
Lo que sucede es que al estar en un estado de movimiento continuo, el jugador logra una perfecta sincronía de su ritmo cardiaco. Esto le permite durante las 24 horas posteriores al evento, aproximadamente, seguir recibiendo los beneficios corporales, psicológicos y conductuales de tal actividad.
En lo que respecta a la higiene mental, el deporte ráfaga proporciona una gran agilidad, al igual que una habilidad lógica bien desarrollada. La razón es que, a toda velocidad, el atleta debe determinar cuál es la mejor estrategia para alcanzar su objetivo: encestar el balón. Al mismo tiempo, necesita mantenerse alerta a fin de prevenir una colisión con cualquiera de los demás jugadores, quienes también se mueven muy rápido.
Otras áreas que reciben los efectos beneficiosos de jugar al baloncesto son:
En los adultos, el baloncesto mejora la circulación, aumenta la capacidad pulmonar, disminuye el riesgo de sufrir un infarto y favorece la limpieza del tracto respiratorio. Todo esto, únicamente, serían razones suficientes para organizar un evento entre las comunidades de vecinos, iglesias o clubes que aglutinen personas ya no tan jóvenes, pero con buenas condiciones corporales. Además, esta es una forma de aliviar el estrés, disminuir la depresión y mejorar las relaciones interpersonales.
Y sabemos que también las personas maduras, según el principio de la Pirámide de Maslow, son estimuladas positivamente mediante el reconocimiento público y motivador. De modo que otorgarles trofeos a los participantes en general y a los ganadores en particular en una ceremonia final es la mejor manera de culminar la actividad. Y si son premios personalizados, el impacto será aún más significativo.
En cualquier caso, ya se trate de un equipo de jóvenes en edad escolar o universitaria, de adultos que trabajan en una empresa o que se agrupan en el seno de una institución, el baloncesto mejorará su calidad de vida. Solo es necesario organizarse, adquirir los materiales requeridos para los juegos y, por supuesto, los trofeos económicos, que no pueden faltar.